Investigación escenica en curso sobre concepto DIVA es el eje central de esta investigación, entendiendo sus orígenes y como el mercado de la industria musical, el capital simbólico, el hegemonía visual y su contexto ha ido modelando este arquetipo que forma parte de nuestro imaginario colectivo. En fuentes más académicas hacen de mentores gente muerta como Agamben (Qué es lo Contemporáneo) y Marx (El capital) y también gente viva como Jon E. Illescas (La Dictadura del Videoclip) entre otros. En esta investigación la palabra DIVA va acompañada del dispositivo escénico, corporal, que respira y se codifica a través de privilegios y sostiene el espacio con la palabra, el canto, el vestuario y el movimiento y la cosificación y presencia. Observa y agita aquella que entre, elimina la división entre espectador-recitador, cae la
cuarta pared y la formalización se piensa desde de un dispositivo escénico interactivo.
(g)Atzara quiere decir griterío, ruido, con que una pandilla de gente manifiesta su
alegría.
El cuerpo orquesta, sale de un cuerpo que tiene que ser hiper productivo, que responde a diferentes impulsos sociales, laborales y emocionales, el cuerpo que está sometido a las leyes del trabajo y responde a la falsa meritocracia, esta performance es un SOLO que muestra las limitaciones de la individualidad que expone todas las complicidades de aquello que se está creyendo como divino, como algo a perseguir, para debatirlo, desgranar- lo, para despertarlo proponiendo una respuesta colectiva. Mostrar el imperativo cultural de la hiperproducció y la turboidentitat acaba convirtiéndonos en cuerposorquesta.
Suspendidas a la cuerda fluida entre cómo nos ven y como queremos ser vistas, acabamos cayendo en la red de la hiperactividad, el autobombo y el absurdo.
cuarta pared y la formalización se piensa desde de un dispositivo escénico interactivo.
(g)Atzara quiere decir griterío, ruido, con que una pandilla de gente manifiesta su
alegría.
El cuerpo orquesta, sale de un cuerpo que tiene que ser hiper productivo, que responde a diferentes impulsos sociales, laborales y emocionales, el cuerpo que está sometido a las leyes del trabajo y responde a la falsa meritocracia, esta performance es un SOLO que muestra las limitaciones de la individualidad que expone todas las complicidades de aquello que se está creyendo como divino, como algo a perseguir, para debatirlo, desgranar- lo, para despertarlo proponiendo una respuesta colectiva. Mostrar el imperativo cultural de la hiperproducció y la turboidentitat acaba convirtiéndonos en cuerposorquesta.
Suspendidas a la cuerda fluida entre cómo nos ven y como queremos ser vistas, acabamos cayendo en la red de la hiperactividad, el autobombo y el absurdo.
Scenic research on the concept of DIVA is the central axis of this investigation, understanding its origins and how the music industry's market, symbolic capital, visual hegemony, and its context have shaped this archetype that is part of our collective imagination. In more academic sources, deceased figures like Agamben (What is Contemporary) and Marx (Capital) serve as mentors, as well as living figures like Jon E. Illescas (The Dictatorship of the Music Video), among others. In this research, the word DIVA is accompanied by a scenic, bodily device that breathes and is encoded through privileges, sustaining the space with words, song, wardrobe, movement, and objectification and presence. It observes and stirs those who enter, killing the division between spectator-reciter, breaking the fourth wall, and formalizing thought from an interactive scenic device.
(g)Atzara means uproar, racket, with which a group of people expresses their joy.
The body orchestra emerges from a body that must be hyper-productive, responding to various social, labor, and emotional impulses, a body that is subject to the laws of work and responds to false meritocracy. This performance is a SOLO that reveals the limitations of individuality, exposing all the complicities of what is believed to be divine, something to pursue, to debate, to unpack, to awaken by proposing a collective response. To show the cultural imperative of hyperproduction and turboidentity ultimately turns us into body orchestras. Suspended on the tightrope between how we are seen and how we want to be seen, we end up falling into the net of hyperactivity, self-promotion, and absurdity.
(g)Atzara means uproar, racket, with which a group of people expresses their joy.
The body orchestra emerges from a body that must be hyper-productive, responding to various social, labor, and emotional impulses, a body that is subject to the laws of work and responds to false meritocracy. This performance is a SOLO that reveals the limitations of individuality, exposing all the complicities of what is believed to be divine, something to pursue, to debate, to unpack, to awaken by proposing a collective response. To show the cultural imperative of hyperproduction and turboidentity ultimately turns us into body orchestras. Suspended on the tightrope between how we are seen and how we want to be seen, we end up falling into the net of hyperactivity, self-promotion, and absurdity.