Para seguir viva, Pornografía Emocional.



28 de abril del 2021, quien nos diría que estaría tan normalizado hablar o escribir con una máquina, expresar nuestros sentimientos delante de la abstracción algorítmica y por supuesto dejar la puerta de la habitación de la intimidad... Tan abierta...Tan abierta que ya ni pensamos en que hay una puerta sino que es un espacio para ser habitado y de que manera estamos en contacto con las intimidades de les otres. Recuerdo la primera emisión de Gran Hermano en España fue el 23 de abril del 2000, y muchos de mis cercanos alzaban las manos a la cabeza diciendo “ esto recuerda a 1984 de George Orwell”, yo no entendía de que hablaban a mis tiernos 12 años y repetía sin parar “Quien me pone la pierna encima, para que no me case con ella”

                                                       

20 años después ese ojo que todo lo ve ya no está en una casa, este ojo ya habita en todas las casas, y lo más importante queremos que nos enfoque. La urgencia de querer mostrar contenido nos hace vivir fuera de una reflexión, ya que el objetivo se confunde con a que visibilidad tenemos, me pregunto de que manera sana se puede mantener esta relación y encarnando desde la primera persona la tensión que emanan las redes sociales.
Esta comunicación a-corporal crea múltiples dimensiones y por desgranar una, que despierta la oxitocina (hormona de la empatía) es que el contenido visualizado por muchas despierta consciencias y a algunas de estas les sirve para alzar la voz, porque se sienten en cánon y reverberación con la acción de la primera persona que expone el contenido, eso hace que elles también quieran decir la suya; podemos ver como ejemplo el caso de Rocio Carrasco, el caso español equivalente al Me too, que ha ayudado a que muchas mujeres que sufren malos tratos alcen su malestar y colapsen las líneas de atención a las víctimas de violencia machista en Cataluña subiendo 61% (348 consultas) en la última semana de marzo tras la emisión del documental de Rocio Carrasco. En estas derivas los contenidos audiovisuales y por consecuencia las redes tienen un impacto en la gente que ayuda abrir nuevas formas de confianza. Las redes sirven para que las no-visibles se sientan en confianza porque han visto una visible que le ocurre lo mismo.

¿las redes sirven para crear confianza?
¿Que cuerpo puede ser el que tenga la voz cantante, el hegemónico para absorber esas dimensiones de poder.
¿A quien decide la tribu como portavoz?
¿A que precio se muestra la intimidad?
¿A cambio de qué?
¿Cuando en qué se diferencia el compartir emocional y vivencial del profesional?



Nuestro yo-pantalla ya sabe como comunicarse en los mundos táctiles, estos ya gestan integrados en la piel. Mostramos imágenes y videos entre otros que forman parte de nuestra vida que capturan momentos, que si son validados por otros que no los han vivido y lo demuestran compartiéndolo, nuestro mundo individual debajo de nuestro nombre se agranda, se ensancha y se reconforta. Ayer hablé con Pi (música y compositora) y me dijo una obviedad que me gustaría recalcar, estos nuevos códigos están formados de píxeles, no se deben confundir con abrazos, carcajadas o miradas cómplices, porque aunque en nuestro cerebro desprenda dopamina (un neurotransmisor que liberamos cuando nos dan un beso) son efectos espejos, simulacros otros tipos de realidades que siempre dependerán de la batería. Personalmente creo que el uso reiterado de las palabras hace que pierdan significado, y cuando hago scroll-down y veo lo que yo llamo palabras chicle que designan el buen rollo y la magia del día a día mostrando con cotidianidad esa virtud de estar en vida, me entra la sospecha.
¿Porque querer mostrarlo contínuamente?

Tengo que reconocer que a veces me un entra un tic en el ojo, de pensar que mundo de buen rollo y postureo se transmite en la pantalla y que después cuando quedamos para hacer un café chequeamos varias veces nuestras redes para saber si alguien que no está presente nos está reclamando atención.

Seres lectores, la verdad es que somos adictos!
Nos gusta la pantalla, nos gusta un formato de imágenes Pinterest y un momento de composición áurea para recordar!


¿Pero que contrapuntos se ocultan detrás de esta contemporánea adicción? Estas aplicaciones nada más contemplan unos pocos sentidos humanos, otros se quedan excluidos.

hegemonía capacistista dentro de un contexto hiper-productivista.

Hay gente con diversidad funcional que no tiene acceso a lo visual, a lo sonoro... entre otras. Esta gente existe y aunque es liberada de este ruido visual y/o sonoro a la misma vez nunca ha podido formar parte de estas corrientes contemporáneas, hay muchas personas no incluidas en nuestras normalidades no cuestionadas. Adjunto la última deriva sonora de Fito Conesa (ser de luz), donde nos congrega en una verbena sonante, y hace una entrevista a Helena Vinent ( Artista crip-Queer-Deaf) hablando de qué reglas invisibles forman parte de nuestros códigos diarios.





Leí a Kae Tempest, decía algo similar que las redes escenario a corporal permanente y donde la exposición es continua, el estres creativo que se confunde con la muestra diaria de pensamientos, imágenes, pensamientos. Y se establece una relación de poder con aquel que es mirado y de que manera es visto o juzgado, el sociólogo Erving Goffman expone que en Internet todos adoptamos y representamos un papel y que este viene marcado por nuestros parámetros (sexo, clase, estatus social) entonces se inicia una representación, ya que somos conscientes que lo que se muestra va a ser observado, por ejemplo, cuando estas sola en la ducha te permites una manera de cantar cuando sabes que eres mirada por alguien este factor ya condiciona tu manera de proyectar la voz. Cuando las persona esta fuera del escenario o en camerino es cuando puede dejar de interpretar su identidad y las redes sociales son un escenario ¿cuando dejamos el personaje para ser persona? Muchas veces cuando la actuación ha acabado es muy difícil saber que queda o quien queda, expone Kae Tempest en su libro Conectar (trad. Marti Sales, Ed. Més llibres 2021)



Los creativos, que según yo somos todas, nos vemos afectados con los modelos contemporáneos en los que nos movemos y en nuestro ahora las redes son el alto voltaje de revolución del ser y expresar, como testimonios de nuestro tiempo, el contexto nos forma y nos deforma y hoy más que nunca en las redes podemos encontrar nuestros enemigos internos, reflejados en acciones ajenas, en otros cuerpos, en comparaciones. El hecho de ser visto constantemente también atiende a que tus ojos miran y escuchan relatos ajenos que despiertan el ya patológizado

FOMO (Fear of missing out)
es una patología psicológica descrita como «una aprensión generalizada de que otros podrían estar teniendo experiencias gratificantes de las cuales uno está ausente». Este tipo de ansiedad social, se caracteriza por «un deseo de estar continuamente conectado con lo que otros están haciendo».


Aunque he escuchado mucha gente pro-redes, ya que defienden el hecho que se estandariza las muestras y hay más voces que pueden ser escuchadas, les plantearía si ahora mismo creen que la industrialización de la desigualdad no sigue latente en estas redes, en el documental de The social Dilema, los propios creadores de estas aplicaciones expresan abiertamente que no les dejan tener móvil ni acceso a las app a sus seres queridos, a sus hijos, vulnerables con un yo para desarrollar. Aquí entra la gran sospecha... Como un grifo mal cerrado donde va cayendo una gota de agua lentamemente.
Si lo que creas no quieres que sea compartido con tus seres más queridos ¿Que la pasa? Igual sabes que detrás de estas interactividades vienen disociaciones de personalidad o se despiertan emociones que no se basan en crear abundancia, sino en comparar, juzgar, etc...


Hablando de adolescentes, yo compagino mis prácticas artísticas con docencia para poder pagar facturas y porque creo que es una manera de salir de las prácticas narcisistas del yo-artístico y compartir corporalmente con adolescentes y seres a medio cocer, como activar el pensamiento corporal con ellos, ya que están muy alejados de poder vivir sin pantalla o de una concentración que no requiera de electricidad, esta reflexión me lleva a mi primera experiencia en la ópera, que fue de la mano de Maria Arnal (Hildegarda contemporanea) que me llevo a ver el estreno de Turandot en el Liceo, me sorprendió el despliegue escénico y la proyección vocal, la vibración se expandía por toda la arquitectura y todos fuimos testimonios que el mundo invisible se invoca en colectividad, cosa que ayudó a que las 3 horas pasaran rápido. Justo en el primer intermedio, se me acercó una persona y me habló de la ópera y le dije sin ningún filtro, como haríamos accesible una información de ese calibre para la generación Z, dónde el promedio de minutos de atención no supera los 30 minutos, la persona en cuestión se acabo la copa de cava y me miró incomoda.




Cada generación tiene la capacidad de imaginar la siguiente aquí viene la potencia infinita de la imaginación y la estimulación de esa imaginación debe contemplar vidas sin baterías.
Vidas con pensamiento corporal. La soledad programada, no es natural esta inducida. Debajo del bosque hay la red más potente. Wifi como nombre de perro.



En las trincheras del pensamiento, espacios húmedos, incómodos y rocosos. Habitados por tus múltiples yo'es no se puede adoctrinar, ni esperar que llegue un agua clara para amortiguar los gritos e urgéncias encarnadas porque todas tus potencias están focalizadas en que el enemigo público, la duda, se rinda y deje avanzar. La resistencia asertiva bebe de los academicismos integrados en capas de sociedad y capitalismo como herramientas productivas que no contemplan la divagación y esta es de vital importancia para el avanze.



Coloured lithograph by A. Cornillon, c. 1827


La naturaleza vibra en proporción Áurea y lo que hacemos los humanos es tatuarnos el esquema, en vez de entender que todas la potencias vivas se alzan en alegría, nuestra mente nos hace estar alerta y crea pensamientos que derivan en la comparación y nos crean malestar, en vez de pensar en la cooperación y la resistencia colectiva. Como antiespecista no honesta, apago la pantalla y abro la ventana.

Y Acabo el texto el 30 de Abril, las cosas no tienen que ir tan rápido.